TRATAMIENTO PARA LESIONES VASCULARES FACIALES

Es uno de los más seguros entre los tratamientos faciales basados en la luz

¿En qué consiste?

Consiste en atravesar con el láser la superficie cutánea sin dañarla, actuando directamente sobre la vena varicosa para coagularla. Al poco tiempo, el propio sistema reabsorbe el coágulo y la lesión desaparece.

La luz pulsada es el tratamiento de elección para lesiones vasculares y capilares dilatados en la cara y en la superficie cutánea de toda la mitad superior del cuerpo.

Interactúa con la hemoglobina de forma que calienta la superficie interna de los vasos haciendo que se coagulen y se colapsen.

Se trata de un tratamiento ideal para cualquier patología en la que los capilares estén dilatados produciendo un enrojecimiento de la piel:

  • Cuperosis y rosácea
  • Flushing facial
  • Eritema o enrojecimiento facial de cualquier origen
  • Telangiectasias o arañas vasculares en cara, cuello y escote

Preguntas frecuentes

El número de sesiones depende del tipo de lesión y extensión de la misma. Estudios clínicos han confirmado que habitualmente son necesarias de 1 a 5 sesiones a razón de una cada mes.

Devuélvele toda la luz a tu rostro de la mano de nuestros profesionales.

Es importante evitar tomar el sol, solárium o el uso de cremas bronceadoras antes y después del tratamiento.

Si la piel está bronceada absorberá más luz, haciendo el tratamiento menos efectivo. Recomendamos utilizar cremas de protección solar (min. SPF 50) durante las semanas previas y posteriores al tratamiento. Una vez realizado el tratamiento, se pautarán cremas recuperadoras e hidratantes los días posteriores.

Como resultado de este tratamiento las lesiones vasculares desaparecen gradualmente. Los vasos desaparecen en una o pocas sesiones de tratamiento, quedando la lesión cada vez más rosada o desapareciendo totalmente

La duración de esta depende de la zona y del número de vasos a tratar, aunque normalmente una sesión puede durar entre 5 y 20 minutos.

Evitar el sol, solárium o el uso de cremas bronceadoras antes y después del tratamiento.

Si la piel está bronceada, absorberá más luz, haciendo el tratamiento menos efectivo y doloroso.

Utilizar crema protección solar min SPF 50+ durante las semanas previas y posteriores al tratamiento.

Se recomienda aplicar frío después del tratamiento y utilizar una crema calmante.

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