La depilación láser SHR es una novedosa técnica que consiste en la utilización de ráfagas de hasta 10 disparos por segundo en forma de barrido. Aquí radica su principal diferencia con el resto de los tipos de depilación láser. Gracias a ello, las sesiones son un mucho más cortas que con el láser tradicional, pero el doble de efectivas.
Además, su alta velocidad hace que se puedan utilizar niveles de energía muy inferiores en cada pulso de luz, haciéndola más segura para la piel. Su objetivo es calentar el vello y la dermis de forma progresiva hasta alcanzar la destrucción del folículo piloso.
SHR es adecuado para todo tipo de piel, incluso fototipos oscuros, debido a la tecnología y a las técnicas utilizadas.
Como en todos los sistemas, los resultados pueden variar de acuerdo a cada persona, teniendo presente las variaciones hormonales, la edad o la zona a tratar.
No hay un número exacto de sesiones con las que se garantice que el vello se elimina, aunque habitualmente, la mayoría de las personas lo consigue entre la 6ª y la 10ª sesión.
Después del tratamiento solo será necesario realizar sesiones de mantenimiento una o dos veces al año para sostener el resultado y la eficacia del tratamiento, esto se puede ir valorando con el paso del tiempo pues variará dependiendo de cada paciente.
Como cualquier otro tipo de láser utilizado en la depilación, no se puede considerar depilación definitiva. Aunque sí que podemos decir que es casi permanente, ya que nos permite olvidarnos de la depilación hasta más de 2 años.
Con el tiempo solo será necesaria 1 sesión al año o 1 sesión cada dos años de recordatorio. Además, el vello no vuelve a aparecer como el originario, solo crece un vello débil y fino que es eliminado en estas sesiones de recordatorio.
Tendrás que rasurarte con cuchilla el día anterior a venir a la cita.
También necesitaremos saber si estás tomando alguna medicación, ya que hay ciertos medicamentos que son fotosensibles y contraindican el tratamiento (Ej: Antibióticos, corticoides, entre otros).
La técnica SHR no causa el dolor que causa el láser convencional.
Esto se debe a que la energía emitida en el barrido es mucho menor que la resultante de la técnica de un pulso único. Y la sensación que se percibe es de calor o de hormigueo.
Además, las últimas mejoras en los sistemas de refrigeración por contacto, con cabezales a bajas temperaturas, hacen la experiencia mucho más confortable.
Sobre la zona del tatuaje no se puede realizar el láser, no existe ningún problema en las zonas de alrededor.
La sesión se realizará cada 4 – 5 semanas.
Contacta con nosotros para reservar una cita y estudiar tu caso.
