Se trabaja con un aplicador de vacío ajustable que actúa encapsulando en su interior el tejido graso de forma selectiva y disminuyendo de forma controlada su temperatura, produciendo así la apoptosis de las células grasas.
El enfriamiento de las células adiposas hace que éstas se congelen y mueran, posteriormente son expulsadas del cuerpo a través de la orina y el sudor a lo largo de las semanas posteriores.
Uno de los puntos más interesantes de esta forma de eliminar grasa, además de que es indolora, es que el paciente puede volver de inmediato a su vida cotidiana.
En muchas personas, la grasa localizada se resiste a las dietas y el ejercicio físico. Ahora es más fácil deshacerse de estos cúmulos de grasa sin necesidad de cirugía a través de este tratamiento.
Es un tratamiento perfecto para tratar zonas concretas de las que queremos reducir unos centímetros que nos cuestan más de la cuenta.
Siempre aconsejamos que además hagan ejercicio, se lleve una buena alimentación e hidratación, además de complementar con mesoterapia, masajes drenantes, etc. Necesitamos mantener un estilo de vida sano para que cualquier tratamiento y sus resultados se mantengan.
Este tratamiento es apto para hombres y mujeres que deseen eliminar la grasa localizada resistente a las dietas y ejercicio, pero no quieren someterse a una intervención quirúrgica.
Está particularmente indicada para adiposidades localizadas y no obesidad general. Se utiliza para reducir zonas de grasa localizada que persisten a pesar de la dieta y el ejercicio: Abdomen, Glúteos, Flancos lumbares, Cintura, Espalda, Brazos, Caderas y Cartucheras, Cara interna de los muslos, papada y todas las zonas en las que la grasa esté realmente acumulada y la máquina pueda succionarla, siempre y cuando no se trate de flacidez.
A diferencia de otros tratamientos, como la liposucción, la criolipólisis no tiene efectos secundarios graves.
Pueden aparecer leves hematomas en la zona tratada que en unos días desaparecerían.
Los dos días siguientes pueden notarse leves cosquilleos, pero es normal porque hemos llegado a poner esa piel a temperaturas muy bajas y para que el sistema linfático vuelva a la normalidad requiere ese restablecimiento.
Algunos de los efectos secundarios que pueden aparecer después del tratamiento son el enrojecimiento, hematomas, hinchazón, picazón y entumecimiento de la zona tratada. Todos los efectos son temporales y desaparecen, como máximo en las 2 – 4 semanas posteriores.
Previo a cualquier tratamiento se realiza una consulta para obtener un diagnóstico y un estimado de sesiones necesarias.
En función de la profundidad del tejido adiposo y de la reducción deseada, pueden hacer falta entre tres a cuatro sesiones con un tiempo de 70-90 minutos cada una.
Las sesiones se realizan con un intervalo de seis a ocho semanas entre cada sesión para conseguir los resultados esperados. Estos comenzarán a ser visibles a partir de la segunda semana y a ser definitivos a partir de la semana número 12.
La pérdida en volumen del tejido adiposo ocurre gradualmente a través del tiempo una vez que los adipocitos son removidos a través de un proceso inflamatorio que alcanza su pico 2 ó 3 meses después de la exposición al frío por ello las sesiones se han de espaciar este tiempo.
Los resultados de la criolipolisis se miden sobre todo en centímetros del contorno de la zona tratada. Antes de realizarte el tratamiento, en la primera sesión se mide la zona para poder comparar con el resultado al finalizarlo.
También es importante recordar que, puesto que la eliminación de las grasas tratadas se da de forma natural mediante la orina y el sistema linfático, los resultados pueden tardar hasta 3 semanas en empezar a notarse, apreciándose los definitivos entre los 2 y 3 meses después de haber empezado.
La Crioliposis no requiere anestesia. El paciente tiene una sensación de tirantez en la zona tratada, causada por la presión del vacío. Esta sensación desaparece en unos pocos minutos. Dependiendo de la zona a tratar, el paciente estará boca arriba o boca abajo.
No en absoluto, tras retirar el aplicador puede notar una sensación de entumecimiento o adormecimiento de la zona y apreciar algún hematoma.
Aunque las ventajas de realizar estas sesiones son mayores que los inconvenientes, hay que tener en cuenta que no todo el mundo es apto para someterse a este tratamiento.
La aplicación del frío extremo y el hecho de que sirve para reducir pequeñas cantidades de grasa la hacen óptima para muchas personas, pero hay una serie de personas que deberían evitarlo:
Aunque un tratamiento estético presente muy buenos resultados, nunca hay que olvidar que debemos acompañarlo con unos buenos hábitos, tales como una alimentación equilibrada o la realización de ejercicio físico.
Al igual que en una lipoescultura, los resultados son permanentes siempre y cuando el paciente realice ejercicio moderado y lleve una dieta sana y equilibrada. Estudios clínicos en cientos de pacientes tratados muestran que la Criolipólisis proporciona una reducción de grasa sin dolor, sin riesgo, que, además, su aplicación no requiere un tiempo de recuperación posterior como otros tratamientos más invasivos.
Después de someterse a un tratamiento de criolipólisis es importante tener en cuenta algunas recomendaciones para maximizar los efectos del mismo.
En las dos semanas siguientes al tratamiento se recomienda beber 2 litros de agua diarios para favorecer y acelerar esa eliminación de toxinas y desechos, así como mantener una dieta saludable y un ritmo de vida activo para no recuperar la grasa perdida después del tratamiento.
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