Las manchas –lesiones pigmentadas- son alteraciones en la piel que hace que la uniformidad de la misma se vea afectada. Hay manchas rojizas y blancas, pero las más comunes son las marrones que se producen por un exceso de pigmentación (melanina).
Su origen puede ser genético o pueden ser adquiridas, debido a heridas, quemaduras solares, irritaciones o por causas naturales del envejecimiento, como es el caso de los léntigos seniles.
El diagnóstico inicial de la lesión es el primer paso antes de cualquier intervención para valorar el tipo de pigmentación y cuál es el tratamiento más indicado.
Es necesario señalar que sólo las lesiones pigmentadas benignas pueden ser tratadas mediante este procedimiento.
El IPL, o la luz pulsada intensa, es uno de los tratamientos más efectivos y precisos a la hora de eliminar las manchas de la piel.
La luz calienta la mancha de manera selectiva y no afecta el resto de la piel que se encuentra alrededor de la misma.
Los cromóforos, que son los tejidos que absorben los fotones, tienen varios niveles de absorción y con ellos tratamos distintas lesiones de pigmentación causadas por los distintos motivos, como el sol, la edad, el embarazo, marcas de nacimiento, etc.
Los resultados del IPL se pueden ver desde la primera sesión, pero la mejora es progresiva. La mancha va recuperando el tono natural de la piel poco a poco.
La cantidad de sesiones depende mucho del paciente. En tu primera visita te realizaremos una valoración y te indicaremos la cantidad aproximada de sesiones que serán necesarias para eliminar las manchas. Dependiendo de la respuesta de tu piel estas pueden ser menos o más de lo esperado.
Entre sesión y sesión dejaremos un período entre medias de unas cuatro semanas.
Cada sesión puede tener una duración aproximada de 20 a 30 minutos.
No, no es un tratamiento doloroso, pero sí que sentirás calor en la zona.
No requiere anestesia.
No, pero es normal que a las dos horas de la sesión veas la piel más roja de lo normal. Esta rojez irá desapareciendo.
Pueden aparecer unas costras muy superficiales en los sitios con mayor cantidad de pigmento (manchas), debido a la interacción de la luz con el mismo. Estas costras desaparecen en pocos días y habitualmente indican que el procedimiento está siendo efectivo para eliminar esas manchas.
Después del tratamiento puede aparecer un ligero enrojecimiento en la piel, por lo que se recomienda utilizar crema hidratante a diario y evitar la exposición directa al sol en la medida de lo posible durante el tratamiento.
También será necesario utilizar crema solar durante al menos un mes después del tratamiento.
Se recomienda no realizar otros procedimientos médicos estéticos en la zona tratada (y en general en toda la cara) mientras dure el tratamiento y hasta 4 semanas después, ya que la piel está especialmente sensible.
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